miércoles, 17 de noviembre de 2010

Capitulo 12















Al contrario de para Fer y los demás compañeros, David afronta el lunes con alegría. En especial en la tarde. En la biblioteca siempre hay muchos chicos árabe y uno u otro le ponen cachondo. Después de haber visto su primer pene marroquí, tiene más ganas que nunca de coincidir en el lavabo con cualquiera de los guapos que conoce.
--¡ojalá fuera él¡
Y piensa en el chico con el que se topó en la puerta del lavabo. El último marroquí que ha conocido en la biblioteca. Para su sorpresa y alegría al chico le toca justo en el ordenador de delante. David se muere del gusto. Nunca lo ha tenido tan cerca.
--¡que guapo, que guapo¡ ¡¡Es el chico más guapo del mundo¡ --piensa David.
Así lo siente. Almenos en ese momento. Su piel morena le tiene muy cachondo. Siente que va a morir si no tiene algo con él. Le gusta tenerlo tan cerca.
--¡espero que sea una señal¡ ¡¡que hoy sea mi día de suerte¡ ¡¡que sea con él¡ --dice para sí.
David está cachondo. Más que nunca.
--¡tengo que vérsela¡ ¡¡tengo que vérsela¡ --va diciendo para sí.
David no se puede concentrar en nada. Sólo que tiene delante un árabe que le gusta mucho. Daría lo que fuera por verle el pene, por chupárselo, por acostarse con él.
--¡tiene que dárseme¡ ¡¡algo tiene que pasar¡ --va pensando.
La calefacción está muy alta y el árabe luce torso con camiseta sin mangas. Eso calienta aún más al ardiente David.
--¡Es el más sexy del mundo¡ ¡¡Es más guapo¡ --va pensando.
Se le ve unos buenos brazos. Está pendiente del sobaquillo. Es algo que le enciende demasiado. No tiene vello. Al árabe lo llaman por el celular. David es la primera vez que le escucha la voz. Es una voz muy masculina.
--¡me encanta¡ ¡¡me encanta¡
Él árabe se levanta. Hablando por el móvil va hacia la salida. David quisiera seguirlo pero le parece demasiado descarado. El árabe desaparece y David se queda frustrado. Le gusta mucho el chico.
--¡ÉL TIENE QUE SER ÉL¡ ¡¡ÉL ES EL MACHO QUE YO NECESITO¡
Más tarde ve a alguien entrando en el lavabo pero no el que tienen en esa zona, sino en el que está más al fondo, en un nivel superior.
--¿era él?
El corazón de David late con fuerza.
--¡es imposible¡
Igual tiene que ir a comprobarlo y se encuentran de nuevo cara a cara en la puerta del lavabo. Es el árabe quien le aguanta la puerta. David no puede creer que una vez más le haya pasado lo mismo. Eso lo hace sentir muy frustrado. El árabe se va, vuelve al ordenador. Delante de David. David entra en el lavabo rabioso. Se lava la cara. Le ha gustado estar cerca de él, que le haya aguantado la puerta pero le da rabia no haber coincidido en el urinario.
--¡es que es la segunda vez que me pasa¡ ¡¡no puede ser¡
El árabe le ha aguantado la puerta. Lo ha tenido tan cerca. David siente escalofríos al pensarlo. También se enoja consigo mismo.
--¡he quedado como un imbécil¡ ¡¡le tenía que haber dado las gracias como mínimo¡
Es que David ha perdido la oportunidad de decirle algo al chico que le gusta y es que encima ha quedado como un maleducado. A David le sorprende que el chico haya ido al lavabo que le pilla más lejos.
--¿lo habrá hecho por mi? –piensa.
David piensa que el árabe a lo mejor se ha dado cuenta que lo hubiera seguido al lavabo y por eso ha ido al de más lejos, para despistarlo.
--¡pues si lo ha hecho para huir de mi la cara que se le habrá puesto al verme, por suerte no nos hemos encontrado con la verga en la mano… bueno por suerte para él –va pensando.
David ha coincidido en el momento en el que el guapo árabe ha dejado sus bellezas ocultas al descubierto y eso lo calienta, lo enferma. Lo que más lo enferma es no haber llegado a tiempo. David le sigue dando vueltas al hecho que el árabe vaya a ese lavabo y no al que le pilla más lejos.
--¿me habré visto muy descarado? Pero es que también es muy descarado que vaya al lavabo de arriba… bueno, la otra vez fue y no nos conocíamos, a lo mejor se siente más seguro en el otro.
El lavabo del nivel en el que está solo hay dos urinarios, por eso es el favorito de David. En cambio en el del nivel de arriba hay 3.
--hay a lo mejor se siente más protegido.
Es la única posibilidad que se le ocurre.
--igual es raro –va pensando.
En un momento David, como sentados están frente a frente, David y el árabe se chocan los pies. Es algo que le pasa mucho a David con la persona que tiene en frente en cada momento. Piensa en los pies desnudos del chico y le ponía cachondo la posibilidad de tocarse. Cuando ocurre se calienta tanto, se pone tan nervioso que no dice nada. El otro murmura algo, David supone que una disculpa. David está encantado de haberlo tocado. Cuando el árabe se va saluda un un gordo también marroquí.
--¡que suerte que tiene el gordo¡ --piensa David.

Al día siguiente se desvela uno de los misterios del árabe que le gusta a David aunque no el que más le interesa, el de su pene. Se encuentran como siempre en la biblioteca. David está en su ordenador. Ve llegar al chico que le pone cachondo. Tienen que pasar la tarjeta de la biblioteca en un ordenador para que té designe el que puedes usar. Queda por unos segundos el nombre del usuario ene la pantalla. Entonces David, haciendo que habla por su móvil, se acerca. Así le pone nombre a ese cuerpo que lo tiene trastornado: Soufiane.
--Moro, moro el tío –piensa.
No es un nombre que vaya a recordar. Está seguro que enseguida se le olvidará. Le parece casi un milagro que haya logrado memorizarlo para poder apuntárselo. No quiere olvidarlo. El chico le gusta mucho y quiero poder llamarlo por su nombre cuando piense en él. Le gusta mucho. David no deja de mirarlo y Soufiane lo mira de reojo. David se siente descubierto.
--vaya, otro que sabe que le gusto. Debo tener una fama de pervertido entre los moros… --piensa.
A David le pone muy cachondo que Soufiane sepa que siente cosas por él.
--Me gustaría que me echara un buen polvo o comerle la verga…
David estaría incluso a pagar por una noche de sexo con el guapo Soufiane.
--¡a ver si se me hace el milagrito¡ --se dice ansioso.
David sigue de reojo los movimientos de Soufiane. Lleva una gorra que lo hace aún más atractivo y que no se quita pese a estar en el interior. Hamza suele hacer lo mismo y es algo que le sorprende.
--será típico en Marruecos –piensa.
Soufiane ve a un amigo. Le sonríe muy amable y le da la mano. David se derrite. Minuto a minuto el guapo Soufiane le gusta cada vez más.

Fer se sorprende al verlo llegar y sofocadado. No habían quedado porque tenían muchos deberes pero David está demasiado caliente. Hace el amor con su novio pensando en Soufiane.

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