jueves, 25 de noviembre de 2010

Capitulo 20







David vuelve a su sitio después de su encuentro en la puerta del lavabo con Soufiane. Soufiane lo mira de reojo. Le gusta el chico.
--¡pero es un maricón¡ --dice Soufiane para sí.
A Soufiane no le gusta que David lo trate sólo como un trozo de carne marroquí. Piensa en Antonio y aún le tiene más odio a David.
--él no, él no gozará de este cuerpo…
David está mirando a Soufiane y sus miradas coinciden. David se pone nervioso le gusta mucho el chico. A un guapo árabe le toca justo al lado de Soufiane. En frente de David. El color moreno de ambos le pone muy cachondo a David. Le gustan los dos pero Soufiane le hace sentir algo especial. Es por eso que no sigue al lavabo al chico. Lo habría seguido de no estar delante Soufiane, no quiere que Soufiane le vea haciéndolo. Soufiane no se ha fijado en el chico de al lado, en que va al lavabo. No se da cuenta del “sacrificio” que hace David por él. Ese árabe desconocido le ha gustado, le hubiera gustado conocerlo en el lavabo pero no, Soufiane le gusta más y prefiere quedarse a su lado. Soufiane va moviendo los brazos. David va mirando pero tampoco quiere ser muy descarado, prefiere que Soufiane no se dé cuenta que no le saca los ojos de encima pero Soufiane está molesto. Se siente un objeto de placer para David sólo por el hecho de ser marroquí. Soufiane se levanta un brazo. No le da tiempo a David ni a mirar. David se da cuenta que hace que no con la cabeza mirándolo y entonces no se atreve a mirar pero Soufiane está molesto:
--¿¿qué pasa? –le suelta muy brusco.
David se queda helado.
--pero si tampoco miraba tanto –piensa para sí.
El tono ha sido fuerte pero no parece que nadie se haya dado cuenta. Eso alivia a David. Se fija en el árabe guapo que está al lado de Soufiane que ha seguido en su ordenador como si nada. David hace como si la cosa no fuera con él pero se ha sentido muy humillado por el árabe que le gusta y eso le duele. Después de esto David si no tiene dudas que Soufiane está molesto con él, que el otro día le llamó maricón y que ahora ha visto claramente que lo seguía.
--¡la próxima vez me rompe la cara¡ --piensa.
David no quiere que le hagan un escándalo, también le duele que Soufiane se lo tome tan mal porque le gusta mucho. Pocas veces uno de los árabes que le gustan se ha “acercado” tanto a David:
--¿porqué ha tenido que ser así? –se pregunta David triste.
David está molesto con Soufiane considera que se ha pasado dejándolo en evidencia. Soufiane se siente vengado. Siente que le duele menos lo que ha pasado con Antonio. David trata de justificarse ante sí mismo, de decirse que Soufiane no tenía razón en enfadarse. Su ordenador está junto delante del de Soufiane, ya que las pantallas están en la esquina y no se pueden mover.
--¡tampoco era tan rato que mirase¡ --dice para sí David.
Todo y que le gusta mucho estaba haciendo un esfuerzo por no mirar descaradamente. Aunque no quería aceptar que le molesta tampoco se quería arriesgar. Después de hacer que no, David ya no lo estaba mirando cuando ha dicho su: ¿qué pasa?
--¡Se ha pasado¡ ¡no había para tanto¡ --dice David para sí.
Pero David lo que menos quiere es que le hagan un escándalo. No le gustaría nada que le llegaran rumores a su novio que se dedica a seguir a los chicos de la biblioteca al lavabo. Igual a David le ha molestado que Soufiane lo tratara con desprecio:
--pero ¿este chico que se ha creído? No es tan guapo… Mis vecinos lo son más –dice para sí.
Soufiane le descontrola demasiado las hormonas.
--¡Ahora sí que me tendré que controlar¡ ¡¡tampoco es tan guapo para que me haga un escándalo¡ ¡¡no lo miraba tan descaradamente¡ ¡¡sí que se lo tiene creído¡ --va pensando.
Aunque ni el propio David se cree lo que dice. Soufiane le sofoca demasiado, le cuesta mucho dejar de mirarlo.
--espero no volver a tenerlo delante –se dice para sí.
David no quiere volver a tener problemas con Soufiane, tener problemas de verdad con él pero le cuesta mucho dejar de mirarle. Quiere que Soufiane se dé cuenta que tampoco le gusta tanto (aunque sea mentira), que en realidad le es indiferente pero David sabe que le costará mucho no mirarlo si lo tiene delante.
--teniéndolo delante también es difícil no mirarlo –se dice para sí.
A David le gusta mucho ese marroquí y piensa que no le importaría tener un enfrentamiento con él, hablarle claro de sus sentimientos, estar seguro que no le va a corresponder.
--¡que tonterías pienso –se dice David así mismo—Está claro que es bien hetero y me odia¡ ¡¡seguro que es homófobo y todo¡
Igual le ha parecido demasiado agresivo la manera de quejarse de Soufiane, si hubiera sido en el lavabo o en la calle estando a solas pero en público…
--se ha pasado¡ ¡¡se ha pasado¡ --se va diciendo David.
A David es al primero que no le interesa que se repitan este tipo de hechos ya que en algún momento Fer podría enterarse.

Nunca se lo había encontrado en el camino. No pensaba que fuera de su barrio pese a que todos los árabes que conoce lo son. Si hubiera estado solo no le hubiera importado estar cerca, le resulta excitando.
--¡que me diga a la cara lo que me tenga que decir pero a solas¡ ¡¡de macho a macho¡
Le excita la posibilidad de una pelea que acabara en sexo pero Soufiane no sólo no está solo sino que está acompañado de un grupo bien numeroso de árabes. Todos sus amigos marroquíes de la biblioteca yendo juntos. David va todo el rato detrás de ellos, incluso se tiene que frenar para no acercarse más. David teme que Soufiane lo enfrente delante de todos, que lo deje en ridículo. Y Soufiane lo haría si David se acercara. Se da cuenta que parece que tenga miedo a acercarse.
--mejor para él, que no se me vuelva a acercar –dice Soufiane para sí.
Junto a Soufiane está Kamel. El grupo se va dispersando, pero estos dos se acaban quedando solos. Ellos cruzan el semáforo en rojo si no se hubieran topado con David. Es algo que Soufiane tampoco quería que pasara. Es su costumbre cruzar en rojo pero igual agradece que eso lo haya separado de David. David también se alegra.
--hubiera sido una situación incómoda –se dice.
De Kamel, a David le gusta especialmente su trasero. Tenia ganas de encontrarlo en el lavabo, de seguirlo para ver si aparte de un buen culo tiene una buena verga pero ahora tiene claro que no lo hará. Por un lado quiere mostrarse indiferente hacia Soufiane pero por el otro no quiere que piense que sigue a cualquier árabe al lavabo (cosa que es cierta) pero no quiere dar motivos al feo amigo de Soufiane a que se burle de él. Los dos árabes suben por la calle que atraviesa la avenida en la que vive David. Los dos amigos van a casa de Kamel. Van a disfrutar juntos. Soufiane no tiene muchas ganas, ya que Antonio lo ha dejado bastante roto pero tiene mucha complicidad con Kamel y quiere que él borre de su cuerpo las huellas del otro. A Soufiane le gusta el sexo duro pero no si lo humillan como Antonio. Con Kamel queda satisfecho pero hay confianza, sabe que todo irá bien. Los dos desnudos en la cama el uno se come la verga del otro. Luego Kamel lame el trasero de Soufiane. Aún le duele un poco pero no dice nada porque quiere olvidar a Antonio, Kamel entra en él y Soufiane se retuerce de placer.

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