miércoles, 3 de noviembre de 2010

Capitulo 2





David y Fer están en clase. Sobre la mesa David aún tiene el libro con la rosa al que mucho caso no le ha hecho. David no le puede sacar los ojos a Hamza. Le pone muy cachondo. Fer le acaricia el muslo por debajo de la mesa. David lo mira. Fer es muy guapo y aunque no le despierta la misma excitación que los otros chicos árabes le gusta mucho y cuando lo está mirando puede olvidar un poco su fascinación Marruecos. Acaba la clase. David ve a Hamza recoger sus cosas, culo en pompa. Muy sexy. David está cachondo. Se tiene que tocar la entrepierna para que no se le note. Los pantalones de Hamza son anchos pero se le diferencian bien las dos nalgas. Además se le ven mucho los calzoncillos.
--¡a ver si un día lo pillo en el lavabo¡ ¿¡cómo tendrán la verga los árabes?¡ --se pregunta David excitado.
Fer lo toca y nota que David está temblando.
--¿estás bien?
--si, perfecto.
Hamza ya se ha ido y eso hace que David pueda estar más calmado con su novio.
--No me has dicho nada de tu regalo.
David es entonces cuando mira el libro.
--ostia, si es el que nos tuvimos que leer para literatura.
--sí me dijiste que te gustó mucho y como tú lo sacaste de la biblio.
--¿es el tuyo? Se ve nuevo.
--bueno ya sabes que sólo lo abrí el jueves cuando estabas conmigo.
David le agradece el detalle.
--pues me hace ilusión tenerlo. Gracias.
--bueno, para mí no es ningún esfuerzo. Ya sabes que no me gustó.
--Eso es porque lo leíste deprisa.
--Puede ser.
Van saliendo al pasillo. Van muy juntos.
--lo que no me gustó fue el final. A mi me gustan las cosas claras y el final es abierto. No se sabe si los protas acaban juntos o no.
--No, no acaban juntos –Fer.
--Pues yo creo que sí.
Fer le sonríe. Le acaricia la mano.
--Es que eres un romántico.
Fer le tira de la manga. Es la señal para que David se agache y así Fer pueda besarlo. Se encuentran a un profesor. Ellos son los encargados de recoger el dinero para la excursión que se celebra ese miércoles. Aún no todos han pagado. Cuando vuelven a clase, Fer pide a sus compañeros que le den el dinero. Emilio está en su sitio. Se sienta en primera fila. Solo, ajeno a la clase. Fer se acerca a él.
--¿no vienes a la excursión?
A Emilio casi le da un infarto. Le gusta mucho cualquiera de los dos y le pone nervioso que Fer le hable y que David esté cerca.
--No –dice secamente.
Aunque es por nervios, porque le gusta mucho Fer. David piensa que no los traga. Fer siente pena de que de nuevo haya fracasado su intento de hablar con Emilio. David le tira de la silla.
--venga, vamos. Déjalo en paz.
Hablan en voz baja mientras se van alejando.
--Me da pena que siempre esté tan solo. Pobre tío.
--sí pero no sé porque te molestas en hablarle. Sería más fácil sacarle conversación a una pared.
Fer tiene algo especial. Le gusta ayudar a la gente. No le gusta que los de su alrededor sufra. Esa es una de las cosas que a David le gustaron de él. Se agacha y lo besa.
--¿y esto? –pregunta Fer divertido.
--es que no puedo besar a mi novio cuando quiera?
Fer le guiña el ojo:
--claro que sí. Puedes abusar de mi.
Los dos se sonríen y se besan ardientemente. De nuevo en el sitio, Fer mira la lista.
--A ver quien falta.
David ve que él está tachado.
--Yo no te he pagado –dice tímido.
Fer le guiña el ojo:
--A ti te invito yo.
--pero tío, es que siempre pagas tú todo.
Fer se desvive por David y a David le da culpa no entregarse de la misma manera que Fer se entrega a él.
--Es que a mí me hace ilusión que vengas y me sabría mal que por ahorrarte el dinero faltaras.
--si estás tú nunca faltaría.
Se sonríen, se acarician. Se besan. No se ocultan, expresan su amor como lo haría cualquier otra pareja. Antes a la gente le llamaba la atención pero ya se han acostumbrado.

A media día, después de comer. David se queda dormido en el sofá. Tiene un sueño. Está en una feria de artesanía. Un chico, en el puesto pone su nombre, Ibrahim, ofrece sus servicios sexuales. A David le sobra tiempo para apuntarse.
--hola guapo, que quieres que te haga?–le pregunta Ibrahim.
--¡todo todo¡ --David sofocado.
Ibrahim se muestra afeminado. Muy peinadito, con la ralla en medio.
--sé lo que quieres.
Lo hace pasar detrás del mostrador. Ahí mismo se revuelcan. David se despierta al rato muy sofocado.


En la tarde, David como no tiene conexión a internet en casa, suele ir a la biblioteca a hacer los deberes. Ahí hay ordenadores y se puede conectar de una manera gratuita. Son muchos los estudiantes que ahí van. Muchos chicos árabes a cual más guapo. David está flechazo por uno que siempre frecuenta el lugar aunque ya hacía tiempo que no iba por ahí. Es el mismo chico del sueño aunque no es afeminado.
--¡Es él… es Ibrahim… que sexy¡
Desde su ordenador, David no le saca los ojos a ese chico. Es mayor que él. Eso le atrae aún más. Es guapísimo. David está encantado de verlo. David siente un fuerte impacto.
--¡Es que es guapísimo¡
Después de haber tenido sexo con él en el sueño, a David le encanta verlo. Ibrahim lleva una camiseta negra muy ceñida de manga corta (pese a que hace bastante frío)
--¡que sexy está¡
David en su ordenador no deja de perder detalle a ese guapo árabe. No le gusta su trasero, los jeans le hacen un culo aplastado.
--¡pero es impresionante, me encanta¡
David ve como de la parte de arriba de los jeans sobresale algo blanco. Supone que son los calzoncillos y eso le pone cachondo. Ibrahim tiene los cabellos mojados y despeinado. Llueve. Lleva patillas pero finitas. Y va al lavabo. David siempre ha deseado tener algo con un chico árabe o como mínimo ver como tienen la verga. Es algo que le despierta mucha curiosidad. Desea que esa tarde tenga suerte.



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