jueves, 25 de noviembre de 2010

Capitulo 21





Kamel y Soufiane descargan siempre que pueden el uno en el otro sin frustraciones, sus problemas del día. Se relajan juntos. Kamel es mayor que él y el tierno cuerpecito de Soufiane le vuelve loco. No tienen ningún tipo de compromiso, sabe que a Soufiane le gusta el sexo y lo práctica con quien quiere y que fornicar es una práctica habitual con sus amigos. No le molesta porque él también tiene su momento. Disfrutan mucho juntos. Se olvidan de todo el uno en brazos del otro. Kamel cae en la cama aullando después de explotar y mientras tira el preservativo. Soufiane le sonríe pícaro. A su amigo le puede hacer lo que quiera y eso le gusta. Mientras sigue jadeando, Soufiane juega con el trasero de su amigo. Se lo lame, le mete los dedos. Primero uno, después el otro. Kamel suda de tanto goza. Luego Soufiane agarra un preservativo y se la mete a su amigo. Ambos gimen como bestias.

Mientras David se masturba en la ducha. No deja de pensar en Soufiane con frustración. Necesitaba un desahogo pero es ya tarde y tampoco tiene ganas de ver a Fer. Entra a su habitación envuelto en la toalla. Se la saca y se queda tumbado desnudo en la cama pensando en Soufiane. Dándole vueltas a lo que ha ocurrido esa tarde. Que Soufiane se le enfrentara ha sido algo muy inesperado.
--pero ¿¿porqué no podía haber sido por algo bueno? –se pregunta,
Siempre ha tenido ganas de que pasara algo especial con uno de los árabes que le gusta:
--¡pero no esto¡-- se queja.
Está dolido.
--¡no había para tanto¡
Se ha sentido humillado y no le dará oportunidad a que lo vuelva a humillar.
--espero que esto quede aquí, que no me diga nada.
No le importaría que se iniciara una pelea si esta acaba con la verga de Soufiane en su cuerpo pero está seguro que esto es un imposible.
--Igual tengo que hacer como si él no existiera…
David no quiere que Soufiane se enfade más con él, que vuelva a humillarlo. David no se quería dar por aludido pero el marroquí ya le estaba avisando que se sentía observado y que le molestaban sus miradas. David se sienta en la cama. Busca un calzoncillo del cajón. Resopla resignado:
--en fin, él si es mi tipo pero yo no soy el soy… ¡qué le vamos a hacer¡
Le han gustado muchos chicos árabes y con ninguno había pasado nada ni bueno ni malo pero es que a ninguno lo había mirado de una manera tan intensa y tan profunda como a Soufiane. Ni el propio David es capaz de darse cuenta que el árabe le importa más allá de su color de piel, de su cuerpo, del sexo, que le importa más de lo que piensa. David se levanta de la cama para ponerse bien el calzoncillo. Se sienta sobre su escritorio.
--almenos él sabe que existo, que me gustó y a mi no me quedan dudas que no es gay, que no debo pensar en él.





Mientras, Soufiane y Kamel comparten un cigarro desnudos en la cama después de compartir sus cuerpos. Kamel siempre tiene una sonrisa en el rostro después de hacerlo con su joven amigo pero el chico está más ausente. Se muestra apagado. A Kamel no le gusta verlo así. Son amantes pero sobretodo son amigos. Se muestra cariñoso con su amigo, quiere saber qué le pasa, si tiene algún problema. Soufiane no sabe bien que es ese vacío que tiene dentro de él, porque le molesta tanto que David lo deseé como quien desea un objeto bonito. No quiere dar explicaciones a su amigo. Se levanta totalmente desnudo. A Kamel le gusta mucho el cuerpo de su amigo. Le pide que se quede pero el otro le dice que tiene cosas que hacer y opta por irse.

A la mañana siguiente, David va a clase. Le sorprende encontrarse con Soufiane. Él uno va hacia el otro. A Soufiane le pone nervioso la presencia de David.
--¡seguro que me desnuda con la mirada como siempre¡ --piensa el marroquí.
Si no fuera porque David se desvía hubieran pasado el uno al lado del otro pero David no quiere.
--¡No es tan guapo para que me meta en líos¡ --piensa David.
Soufiane se ha dado cuenta que David no ha querido pasar junto a él y eso le molesta.
--¿¿pero este que se ha creído?
Soufiane se ha sentido despreciado por David y eso le duele mucho. Dav id se siente orgulloso de haber podido evitar a Soufiane.
--¡hay muchos moros en el mundo como para perder el culo por ese capullo¡
David está dolido por como lo trató y no piensa mirarlo más.



En la tarde los chicos se encuentran en internet. David estaba en el lavabo cuando llega Soufiane. ¡Están justo delante¡
--vaya, si que tiene mala suerte, Soufiane¡ --dice David para sí.
David se siente. Lo ignora. Soufiane está revolucionado. Le ha dolido que David ni lo mirara esa mañana y le gusta que le haya tocado en frente porque está seguro que no podrá evitar mirarlo. David hace un esfuerzo por no mirarlo. No le gusta tenerlo delante, le pone nervioso.
--es nuestro destino, parece que a alguien le gusta jugar con nosotros, no sé porque le molesta tanto que lo mire si siempre me lo meten delante –dice para sí.
David no quiere mirarlo sino le hubiera encantado ver la cara que se le ha quedado a Soufiane por la coincidencia. El árabe más “decente" que otros días. Lleva camisa. Esa camiseta sin mangas que llevaba otros días lo hace irresistible, imposible no mirar. Así no luce cuerpazo y a David le cuesta menos no mirarlo. Lleva unos tejanos muy anchos, no se le hace un trasero sexy. Va solo a su casa, le hubiera gustado encontrarlo en el camino. Si está solo no le teme pero es Soufiane quien no quiere encontrarse con David estando solo. Le pone demasiado nervioso y se desvía para no pasar justo por dónde va él.

Justo al día siguiente, David y Fer tienen un examen de Filosofía. Es a última hora. David falta a clase toda la mañana. Se queda en la biblioteca del centro estudiando. Prepara para copiar aunque está algo distraído. En realidad no quiere ver a Fer. Se siente un infiel, no se atreve a darle la cara. Fer lo está esperando en la entrado. Lo recibe con una sonrisa.
--¿¿qué como lo llevas? –Fer sonriente.
David se encoje de hombros. Lo lleva bastante mal y tampoco es que le importe mucho.
--pero te quedaste todo la tarde estudiando ¿no?
David piensa en Soufiane y se siente culpable.
--si claro…
Fer se muestra muy cariñoso.
--Venga, dame un beso que nos dará suerte.
David se agacha. Es un beso frío. Fer lo siente distante. Nunca se había dado cuenta que los sentimientos de Fer hacia él habían cambiado pero ahora sí se ha dado cuenta que no lo ha besado igual:
--¿te sientes bien?¿te pasa algo?
David se siente descubierto. Está nervioso. No sabe qué decir.
--nada tío, ¿qué quieres que pase?
--seguro…
--¡¡si.. sí¡ ¡¡es este puto examen que me tiene mal¡
David entra en el aula molesto. Fer prefiere hacer que le cree pero lo sigue preocupado.





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