Capitulo 9

David vuelve de la biblioteca. Llegando a su casa ve que llegan hacia él los 3 hermanos del segundo. David se pone cachondísimo al ver a los 3 juntos.
--¡pero qué buenos que están estos moros¡ --piensa.
David está tan excitado que no le importaría morirse si antes se acuesta con esos tres chicos tan guapos. Es que si tuviera que elegir a uno no sabe a cual elegiría porque los 3 le gustan mucho.
--¡Es que son unos buenorros¡
Están uno detrás del otro. Primero Said que le saluda muy amable como siempre. Detrás el hermano mediano. Normalmente es bastante frío con David pero esa noche lo saluda amable lo que encanta a David. Tras ellos el pequeño que también saluda a David. David se los queda mirando. Ninguno de los 3 tiene un trasero espectacular pero le gustan mucho los 3 a David.
--¡daría lo que fuera por follarme a los 3¡
David tiene muchas ganas de sexo, de acostarse con uno de esos árabes que tan cachondo le pone. Cualquiera de sus vecinos le valen.
--¡pedazo de vecinos que tengo¡
David entra a su casa muy contento.

Amanece un día más, en brazos de Fer se relaja. Se desahoga. Lo mejor llega a la tarde. Llega a la biblioteca ya excitado, pensando ¿qué pasará? Deseando vivir un encuentro con algún árabe guapo. Un encuentro en los lavabos y si el encuentro es sexual mejor que mejor. Pasa toda la tarde casi al lado del último árabe que ha conocido. No puede sacarle los ojos de encima. Le gusta mucho. Le atrae enormemente. Piensa que más que ninguno pero en realidad con todos piensa lo mismo. Ambos están con un ordenador. Les separa un pequeño pasillo. Tiene los pies sobre los zapatos. No lleva calcetines. Sus pies desnudos le ponen cachondo. Nunca se había fijado en los pies de un chico pero, primera vez, siente deseos de chupar los pies. Siempre prefiere chupar otras cosas. Es la primera vez que piensa:
--¡que pies tan bonitos¡
En el momento que se va, al árabe se le ven los calzoncillos. Se le ven arrugados, como si le fueran grandes. Es de tela brillante que debería estar enganchada en el cuerpo, color marrón clarito, lo que se llamaba color “carne”.
--¡nunca vi a nadie con unos calzoncillos tan feos¡ ¡¡color carne¡ --va pensando David-- bueno para él no son color carne, como su piel es más oscura no le quedan tan mal como me quedarían a mi.


Al llegar de nuevo a su casa, David se choca en el portal con Said y el hermano menor. Said va detrás. No dice nada. David les aguanta la puerta y el menor de los hermanos sonríe a David.
--gracias.
A David le encanta estos hermanos. Le encanta la manera en la que el pequeño le dice gracias. Mientras ellos salen y David entra, un chico del barrio (Malageño de 30 años). Le habla el pequeño los hermanos.
--a ver si vienes a casa a ya sabes…
--un día de estos me subo –el malagueño.
Es el hermano pequeño de Said el que habla. Se muestra seguro, seductor.
--Por su tono de voz cualquiera diría que se comen la verga –piensa David.
Eso es lo que le parece y le pone muy cachondo. Además con la sonrisa pícara en la que el pequeño de los hermanos mira a David pareciera que es eso. A David en ese momento Said se le olvida, se fija en su hermano pequeño que es guapo, simpático y sexy. Se va a su casa muy contento.
--¡y encima hoy no lo he hecho con Fer¡ --se queja.
Siempre los días en que se acuesta con Fer está más relajado. Se encierra en su habitación. Sobre la cama, se desabrocha los pantalones y empieza a masturbarse. Se imagina a él y al hermano pequeño de Said desnudos en la cama chupándosela el uno al otro. Está muy caliente y se viene en seguida.


David llega a clase muy caliente a la mañana siguiente. Se ha pasado toda la noche pensando en sus vecinos árabes, el pensar que otros le hacen cosas a sus vecinos que él quisiera hacerles lo enferma.
--¿Por qué ese viejo horrendo y no yo? –no deja de preguntarse.
Le gustaría enfrentar al joven hermano de Said pero no se atreve en especial por sus padres. Tiene miedo que se le haga un escándalo. Se acerca serio a Fer. Cuando esté se acerca a saludarlo, David se muestra alterado:
--¡tengo que contarte una cosa¡
Y pese a que sabe que a Fer no le gusta, David empuja la silla. Entran en el lavabo.
--pero ¿¿qué pasa? ¡¡¿ocurre algo?
Se encierra en el wáter. David, con cara de depravado, le baja la cremallera a Fer.
--¿y esta era la urgencia?
Fer mira a David sorprendido por el arranque pero feliz. David no le dice nada. Tiene ya el pene de Fer en sus manos, totalmente dormido.
--¿es que no podías esperar a la tarde? –dice Fer sensual.
David hace que no con la cabeza mientras llena su boca de ese miembro que no tarda en despertar.
--pues venga disfruta pero como nos pillen no quiero saber nada –jadea Fer resignado.
David chupa la verga de Fer hasta que puede beber su leche. Se miran satisfechos, mientras Fer se abrocha los pantalones, Fer le dice:
--¿ya estás más tranquilo?
--si, es que me hacia mucha falta.
Fer sonríe divertido.
--no sé qué te pasa pero últimamente estás de un salido.
David sonríe timido:
--¿yo? No qué dices…
Fer lo va atropellando con la silla para que avance, cuando está delante le da un puñetazo en las nalgas.
--venga, mamonazo –dice cariñoso.
David se gira, le guiña el ojo.
--pero si a ti te encanta que te la chupe. No te hagas.
Fer mira a David enamorado:
--claro que sí pero no aquí, la próxima vez no me quedaré encerrado en ningún sitio contigo que te conozco y me vas a meter en un lío –pero habla con ironía.
En ese momento entra Hamza que tiene el jersey lleno de barro.
--¿y a ti que te ha pasado? --Fer.
Hamza está muy enfadado.
--¡un imbécil que me ha dado con la pelota¡
Hanza se quita el jersey y trata de lavárselo. David se queda impactado porque Hamza está desnudo de cintura para arriba. David queda hechizado por ese torso. Sin nada de pelo. No es musculoso pero se le remarcan los pectorales. A David se le infla el pantalón. Está cachondo. Le excita estos pronunciados pezones. David no quisiera irse, le gustaría quedarse y disfrutar de esa sexy imagen pero si no quiere que su novio sospeche tiene que irse. Le cuesta mucho disimular, le cuesta mucho irse con Fer dejando a Hamza semidesnudo en el baño.